Universidad en Texas los sistema de estantería elevados
La incuestionable búsqueda del conocimiento siempre ha evitado lo que muchas bibliotecas han aceptado: Menos libros no significa necesariamente menos aprendizaje. En realidad, la reducción del número de textos físicos en la instalación puede ayudar las bibliotecas a educar una nueva generación de aprendices.
Las instalaciones educativas modernas ofrecen mucho más que montones de ficción, referencias, biografías, críticas, isoterismo y cosas por el estilo. Las bibliotecas de hoy en día son una fuente consumible para los aprendices del siglo 21, facilitando computadoras y otras tecnologías, un lugar cómodo donde pueden acomodarse para trabajar y hasta el agunos casos, áreas de restauración para los lectores más voraces que quieren más que solamente pasar la página. El problema está en que hacer con el exceso.
“El almacenamiento elevado le dión a la UCT el poder de economizar espacio sin sacrificar una gran educación.”
Pasar la página a una nueva era de educación
La Universidad Cristiana de Texas aspiraba a actualizar su biblioteca de la misma manera, pero algo se interpuso, concretamente, ¿qué hacer con 800,000 libros poco utilizados los cuales tomaban espacio valioso?
De acuerdo con un reporte de las ABC News, si se colocarían de lomo a lomo, el exceso de material de la UCT se estiraría desde Fort Worth hasta Hurst, es decir más de 10 millas. Algunos de los mismos no han sido abiertos en décadas.
Pero todos sabemos lo que pasa cuando se juzga algo por su apariencia, o mejor todavía, la última fecha de consultación. Solo porque el mismo no ha sido leído en un buen tiempo no significa que no le será útil a alguien en algún momento más adelante. Incluso si la UCT podría vender su exceso de inventario o redistribuirlo a organizaciones merecedoras, habría un costo para la comunidad. La gente no puede beneficiar de un libro que no puede consultar, hasta los que son abiertos esporádicamente.
La UCT reflexionó sobre este dilema antes de descubrir una solución: crear un depósito para libros al exterior de la instalación equipado de sistemas de almacenamiento elevados.
Una idea ‘innovadora’ para economizar espacio
En el 2013, la UCT construyó una instalación a una distancia de un par de millas de su biblioteca para almacenar cienos de miles de libro poco utilizados en vez de deshacerse de los mismos. Pero para lograr esta verdadera proeza, ellos necesitaban mucho más que algunas manos solidarias para colocarlo todo en las estanterías, necesitaban un sistema sólido y suficientemente eficiente para sentar el precedente en el depósito de la UCT.
Un sistema de almacenaje elevado fue exactamente lo que el responsable de la biblioteca ordenó. A una altura de 16 pies, el personal de la biblioteca de la UCT sabía que cada centímetro de espacio en la nueva instalación sería dedicado a la prolongación de la vida de la literatura. Las estanterías ajustables les permitió a los operadores controlar el espacio vertical entre las mismas, preservando todo tipo de libro con estilo de revistas grandes, finas y lustradas hasta tomos espesos de miles de páginas sin sacrificar la eficiencia. Una estructura robusta asegura que dichas estanterías serán capaces de soportar un volúmen excesivo de libros que rivaliza con el contenido reportado de la Biblioteca de Alejandría.
Gracias a la rapidez mental y a un sistema de almacenamiento elevado, los estudiantes de la UCT todavía pueden tener acceso a cerca de 1 millón de libros que son guardados al exterior de la instalación. Y con todo ese espacio extra, la UCT adicionó más áreas tranquilas para que los estudiantes estudien, investiguen, terminen sus tareas o realizen sus empresas educativas en paz.
Fundada en 1924, Montel es una empresa de especializada en el diseño y la fabricación de sistemas de almacenamiento de alta densidad para una multitud de mercados, incluyendo bibliotecas y museos, pero también almacenes industriales, comercio minorista, educación, salud, seguridad pública, deportes y cultura vertical interior de alta densidad.